justo en el punto donde mí corazón se hace esponja
Soy la caja que fiel guarda su secreto
el insaciable hambre de lo azul
Por el cielo hayo mí libertad y mí red
Recuerdo cuando era oruga y quería ser ciempiés
cuando mirarme al espejo se convertía en dolor
cuando en mí mano portaba el estigma
De sexo es el caramelo que nunca comeré
sólo tú mirada puede ser mí salvación,
la fuente que mana un tierno resplandor
y que va a beberse con un beso mí lágrima
Nunca en mí hubo más inocencia que cuando te deseo
Todo esto lo escribo en mí cuaderno de cocina
papel loco que envuelve lo eterno.
Charo
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