Orugas que vuelan como mariposas sobre el gato negro
Nunca volverá a ser azul, aunque se empeñe tu mirada
que es necia
que es buena
que no sabe de palabras podridas
Imposible esconder el resplandor de la inocencia
En la cocina sazono con un beso
Hay momentos en que me hace falta una esponja
para recoger el agua estancada en el fondo de mi corazón
Deseo oír esta música que me provoca un sentimiento tierno
Hambre y sed de plenitud tiene el humano,
espejo de su otra realidad
Lágrima, perla deslizando en tu mejilla, cielo, que bonito
Como la búsqueda eterna de un alfiler en el infinito
Red tejida con hilos de caramelo
El secreto de mi obra está en la salvación del alma
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