miércoles, 1 de abril de 2009

a Dido

Adorada Dido,

No es tarea del hombre entender los designios del destino. Hay fuerzas que guían nuestros caminos superiores a cualquier voluntad, a cualquier intento de manejar y comprender los hilos invisibles que nos circundan, superiores incluso a cualquier amor incondicional.

Los opuestos van de la mano, conforman la misma moneda, por eso hay que apostarlo y darlo todo cuando te sale la cara ganadora, por eso no se puede dejar de jugar cuando te sale la cara perdedora, porque en cualquier momento la moneda lanzada al aire caerá de nuevo... No se puede estar en el juego a medias, no se puede parar la partida cuando no sale la cara deseada.

Yo jugué esta partida, única, irrepetible, extraordinaria, con toda mi alma, pero la moneda volvió a ser lanzada... y un hombre debe seguir su destino y cumplirlo, ese es el camino del héroe.

Es gracias a esta jugada que sigo en ruta, el amor da fuerzas para vivir.

Nunca nadie, jamás, en cualquier tiempo, en cualquier lugar, murió de amor. Quien lo probó lo sabe.

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